PRESOTERAPIA
La presoterapia es una técnica no invasiva de tratamiento terapéutico que utiliza presión de aire para mejorar la circulación sanguínea y linfática del cuerpo.
Está indicada para el drenaje linfático, clínicamente probada y con resultado inmediatos y visibles.
La presión aplicada estimula el sistema linfático y venoso, lo que ayuda a mejorar la circulación de la sangre y el flujo de la linfa.
Al aumentar la circulación, la presoterapia puede contribuir a:
Reducción de la retención de líquidos, ayudando a eliminar el exceso de líquidos y toxinas del cuerpo, lo que puede reducir la hinchazón y celulitis.
Mejora de la circulación, favoreciendo el retorno venoso y la circulación sanguínea, lo que permite aliviar la sensación de piernas cansadas y pesadas.
Ayuda a la recuperación muscular, siendo útil para acelerar la recuperación después del ejercicio físico intenso.
No existe, a priori, ninguna recomendación previa al uso de esta técnica que deba ser conocida por el paciente.
Sin embargo, sí está contraindicada en algunos casos como:
- Pacientes con enfermedades cardiovasculares graves: personas con insuficiencia cardiaca congestiva, trombosis venosa profunda, tromboflebitis, enfermedad arterial periférica grave o hipertensión con controlada. En estos casos debe evitarse la presoterapia, ya que la aplicación de presión podría empeorar estas condiciones.
- Pacientes con enfermedades cutánea graves: personas con infecciones cutáneas extensas, heridas abiertas, quemaduras, eczema severo o con cualquier otro trastorno cutáneo activo en la zona de tratamiento. En estos casos, debe evitarse la presoterapia hasta que las condiciones hayan sido tratadas y resueltas.
- Pacientes con trastornos linfáticos: personas que padecen linfedema o tiene antecedentes con trastornos linfáticos crónicos. La presoterapia en estos casos podría aumentar la acumulación de líquidos en la zona afectada.
- Pacientes embarazadas: aunque la presoterapia es, generalmente, segura para mujeres embarazadas, es esencial que se consulta al médico antes de someterse a esta técnica, especialmente en áreas del abdomen y piernas.
- Pacientes con enfermedades renales: personas con insuficiencia renal o problemas graves de riñón deben evitar la presoterapia por la eliminación de líquidos que se produce durante el tratamiento.
- Pacientes con antecedentes de tromboembolismo pulmonar: puede aumentar el riesgo de recurrencia.
- Pacientes con cáncer: en estos casos, desde el diagnóstico al tratamiento, es recomendable consultar al oncólogo antes de someterse a la técnica de presoterapia.
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